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LOS SALMOS EN JESÚS Y EN LAS PRIMERAS COMUNIDADES
Os hago llegar un documento para el que quiera trabajar con sus alumnos la película There Be Dragons: el estreno en España es el 25 de marzo. Es una película pensada para todos los públicos, pero para entenderla medianamente bien hace falta tener unos 14, 15 o 16 años, como mínimo.
https://docs.google.com/document/d/1Otf78DjxU5aU2PWQ2wt5BVB9prEEp_zPdjvlYWweDbs/edit?hl=enDOCUMENTO PARA TRABAJAR
Os envío también un link para tener más información acerca de la película:
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha ratificado su sentencia de noviembre de 2009, al fallar que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni la libertad de pensamiento y religión.
La nueva sentencia, firme e inapelable, que salió adelante con 15 votos a favor y 2 en contra, señala que Italia no infringe el Convenio Europeo de Derechos Humanos y actúa dentro de los límites en el ejercicio de sus funciones en el terreno de la enseñanza, al mantener los crucifijos en las escuelas públicas.
La demanda contra Italia fue presentada en Estrasburgo en julio de 2006 por Soile Lautsi, una ciudadana italiana residente en Abano Terme (a 55 kilómetros de Venecia) que se había quejado de la exhibición de crucifijos en las aulas del instituto donde estudiaban sus dos hijos.
La primera sentencia de la Sala del Tribunal de Estrasburgo apoyó a la demandante por considerar que la presencia del crucifijo en las aulas públicas "podría interpretarse fácilmente por alumnos de todas las edades como un signo religioso", que podría resultar "molesto" para los practicantes de otras religiones o los ateos.
Los 17 jueces de la Gran Sala del Tribunal entendieron hoy en cambio que la "percepción subjetiva" de la demandante acerca del "derecho del Estado a asegurar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones filosóficas" no supone una violación del citado Convenio.
La sentencia constata también que aunque las autoridades italianas "dan a la religión mayoritaria del país una visibilidad preponderante en el ámbito escolar", eso no supone tampoco una violación del Convenio.
"Un crucifijo colgado de una pared es un símbolo esencialmente pasivo, cuya influencia sobre los alumnos no puede ser comparada a un discurso didáctico o a la participación en actividades religiosas", dijo el texto de la sentencia.
Fuente: ElMundo.es
ALMERÍA
Fecha de aprobación: 16/02/2011
JAÉN
Resolución de 14 de marzo de 2011, de la Delegación Provincial de Educación en Jaén, por la que se realiza convocatoria urgente y extraordinaria para la cobertura de una sustitución en el I.E.S. Doctor Francisco Marín de Siles y de posibles vacantes o sustituciones del profesorado de religión católica en institutos de Educación Secundaria.
La Cruz no es una amenaza, según el Supremo italiano
La decisión del Tribunal de Estrasburgo del próximo viernes es esperada con la máxima expectación por parte de la Iglesia
El crucifijo es el único símbolo religioso que se puede exponer en edificios públicos y no supone en absoluto una amenaza para la libertad religiosa ni para la laicidad. Así lo ha establecido una sentencia del Tribunal Supremo italiano, que al mismo tiempo ha confirmado que el juez Luigi Tosti es expulsado de la Magistratura por haberse negado a celebrar juicios en presencia del crucifijo. Lo cuenta Ángel Gómez Fuentes en ABC.
Al juez Tosti se le llegó a asignar un aula sin crucifijo para mantener las audiencias, pero siempre rechazó trabajar porque contestaba la presencia del símbolo de la cristiandad en las aulas de justicia de Italia. Como alternativa, el magistrado Tosti pedía exponer también junto al crucifijo la menorá, candelabro de siete brazos, uno de los símbolos más antiguos del judaísmo.
El Tribunal Supremo subraya que para exponer en los edificios públicos, entre ellos en las aulas de justicia, símbolos religiosos diversos del crucifijo «es necesaria una elección del legislador, que por ahora no existe»; es decir, es necesaria otra ley para permitir la exposición conjunta de diversos símbolos religiosos, pero en este caso el legislador debe tener en cuenta el riesgo de «posibles conflictos» que podrían surgir con tal exposición.
No es un peligro
El juez Luigi Tosti defendía que el crucifijo representaba una amenaza para la libertad religiosa. En su opinión, ese símbolo religioso violaba los derechos de libertad religiosa y de conciencia de las personas que utilizaban o visitaban las aulas de justicia. De ahí que Tosti pidiera la eliminación del crucifijo en todos los tribunales italianos y rechazara tener audiencias en la sala que se le había ofrecido sin ningún símbolo religioso. Pero el Tribunal Supremo es claro al señalar que la exposición del crucifijo en las aulas de los tribunales, y en los edificios públicos, no puede ser vivida como un peligro para la libertad religiosa de quien no es cristiano.
La línea defensiva del juez Tosti se centraba sobre la laicidad del Estado. Pretendía demostrar que su «batalla» la hacía en nombre de esa necesaria laicidad. Pero el Tribunal Supremo ha rechazado su tesis, al recordar que «la laicidad es el principio supremo de nuestra normativa constitucional» y no se ve amenazada por la presencia del crucifijo. La máxima autoridad judicial italiana ha explicado además que la defensa de la libertad religiosa y de conciencia es un principio que sirve para toda la población y no a un solo ciudadano. Por ello, el alto tribunal responde a Luigi Tosti que, al asignarle una aula sin crucifijo, no debió rechazar la celebración de procesos por la presencia en otras aulas de ese símbolo religioso, ya que causó un perjuicio a los ciudadanos, estando, por tanto, justificada su expulsión de la Magistratura.
La sentencia del Tribunal Supremo italiano llega en un momento clave: en vísperas del veredicto del Tribunal europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo, que de forma inapelable se pronunciará el próximo viernes sobre la legitimidad de la presencia del crucifijo en las escuelas italianas. El caso fue presentado por Soile Lautsi, ciudadana italiana de origen finlandés, que en el 2002 había pedido al instituto frecuentado por sus dos hijos que retiraran los crucifijos de las aulas. Los tribunales italianos no le dieron razón, pero sí el Tribunal de Estrasburgo, que en noviembre pasado sentenció: La presencia del crucifijo en las escuelas constituye «una violación de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones» y una violación a la «libertad religiosa de los alumnos».
El gobierno italiano recurrió la sentencia, por estimar se eliminaba un valor, un símbolo de la tradición, mientras el Vaticano la consideró «equivocada y miope».
La decisión del Tribunal de Estrasburgo del próximo viernes es esperada con la máxima expectación por parte de la Iglesia, mientras en Italia se acogía la sentencia del Tribunal Supremo con enorme satisfacción, tanto en la mayoría gubernamental como en la oposición, con alguna excepción como la de los radicales.
Fuente: ReligionDigital.com
Esta es la oración de la mañana que hemos hecho en nuestra escuela por tanto sufrimiento generado en Japón. Por si alguien se anima también.
Con la fuerte impresión que en todo el mundo ha provocado el terremoto y tsunami en el Japón, hoy dedicamos estos momentos den conectar con todos lo que sufren.
Esta gran desgracia que ha afectado este país y su población, deber ser motivo de reflexión para todos:
el dolor, las consecuencias humanas y económicas, la repercusión en la vida de la población, la pérdida de los seres queridos, la solidaridad que se despierta, el esfuerzo personal de tantos para superar la situación...
Pero también es un momento para la oración al Dios Padre de la misericordia y de la esperanza.
Creemos conveniente hacer esta pequeña oración para pedir por todos ellos. La naturaleza arremetió contra este país. Otro día puede que seamos nosotros los que necesitemos de esta oración. Por eso, con convicción, con fuerza y con devoción te dirijimos estas palabras.
También queremos hoy darte gracias por este dia, por lo que recibimos, por un dia más de nuestra vida, por los que tengo al lado, por los que me quieren , por los que no me quieren..., por todos, porque en el fondo..., lo único que realmente tenemos.. , somos los unos a los otros cuando pasan estas catástrofes.
Por todos ellos, por lo que ya se han ido, por los que sufren..., nuestra oración más sincera.
(unos instantes de silencio)
AMEN
Los profesores de religión de Europa se reúnen los próximos 17, 18 y 19 de marzo en Sevilla (España), con el objetivo de defender y promover la educación religiosa en las escuelas del viejo Continente. El día 17 se realizará un ecuentro general, mientras que el 18 la junta directiva del European Forum for Teachers of Religious Education (EFTRE) se reunirá en la sede de la Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales (APPRECE) de España. El día 19 se realizarán una serie de seminarios para los maestros interesados.
(Agencias/InfoCatólica) En una nota de prensa dada a conocer el 14 de marzo los maestros de religión en Europa señalan que “en un contexto cada vez más intercultural e interreligioso como el que caracteriza la Europa de nuestro tiempo no podemos olvidar el fundamento trascendente de los valores que conforman la civilización europea así como la aportación de las Iglesias y confesiones cristianas a la cultura europea”.
Los organizadores del encuentro han informado a Europa Press de que se trata de abrir un debate acerca de las condiciones laborales de este profesorado para que el de España “tenga las mismas condiciones que ya disfruta el profesorado de religión en la mayoría de los países europeos”.
En estos eventos donde también participan los maestros italianos de religión reunidos en el SNADIR, estarán miembros del EFTRE protestantes y ortodoxos que unen fuerzas con los católicos “a favor de la presencia de la enseñanza religiosa en la escuela europea; trabajar por las legítimas reivindicaciones de esta enseñanza ante las instituciones europeas y buscar apoyar al profesorado mediante el intercambio de experiencias y métodos de trabajo”.
Según los organizadores, este tipo de encuentros son “positivos” de cara al trabajo conjunto y a la cooperación internacional de este colectivo en tanto que constituyen un punto de encuentro e intercambio de experiencias en el ámbito europeo de “carácter significativo”. En su opinión, en estas jornadas se constata que “la enseñanza de la religión es una realidad consolidada en las escuelas públicas de todos los países europeos” y que, por consiguiente, es necesario “profundizar” en los temas relativos a la calidad y en los retos de la misma en un contexto comunitario.
Además de españoles e italianos, EFTRE agrupa a maestros de Austria, Noruega, Bélgica, Gran Bretaña, Francai, Rumania, Finlandia, entre otros
Ya ha salido la convocatoria oficial de procedimiento selectivo para el ingreso en el Cuerpo de Maestros(Infantil, Primaria y Especialidades) para la Comunidad autónoma de Andalucía.
En ella consta la experiencia en la baremación de méritos como Profesor/a de Religión.
Por primera vez aparece una mención sobre la experiencia como profesor/a de religión en Andalucía.
Es en el apartado de Méritos y concretamente en Experiencia docente previa( baremación):
"Las personas que acrediten experiencia como profesorado de religión deberán presentar un certificado expedido por el órgano competente en el que se indique el nivel en el que se ha impartido, la duración de los servicios y el carácter público o privado del centro. Dicho certificado se presentará junto con el resto de los méritos."
Rezar requiere espacio, tiempo, escucha. A menudo, en lo cotidiano, no abunda ninguno de esos tres ingredientes. Y, sin embargo, aprender a buscar a Dios en medio del día a día es urgente…
Ofrecer cada día, de lunes a viernes, una oración en audio, de poco más de diez minutos, para que la puedas descargar y llevar contigo, en tu reproductor de mp3, Ipod, o la escuches desde el mismo ordenador es la propuesta para esta cuaresma de www.rezandovoy.org
«Con Cristo sois sepultados en el Bautismo,
con él también habéis resucitado» (cf. Col 2, 12)
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma, que nos lleva a la celebración de la Santa Pascua, es para la Iglesia un tiempo litúrgico muy valioso e importante, con vistas al cual me alegra dirigiros unas palabras específicas para que lo vivamos con el debido compromiso. La Comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de purificación en el espíritu, para obtener con más abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo Señor (cf. Prefacio I de Cuaresma).
1. Esta misma vida ya se nos transmitió el día del Bautismo, cuando «al participar de la muerte y resurrección de Cristo» comenzó para nosotros «la aventura gozosa y entusiasmante del discípulo» (Homilía en la fiesta del Bautismo del Señor, 10 de enero de 2010). San Pablo, en sus Cartas, insiste repetidamente en la comunión singular con el Hijo de Dios que se realiza en este lavacro. El hecho de que en la mayoría de los casos el Bautismo se reciba en la infancia pone de relieve que se trata de un don de Dios: nadie merece la vida eterna con sus fuerzas. La misericordia de Dios, que borra el pecado y permite vivir en la propia existencia «los mismos sentimientos que Cristo Jesús» (Flp 2, 5) se comunica al hombre gratuitamente.
El Apóstol de los gentiles, en la Carta a los Filipenses, expresa el sentido de la transformación que tiene lugar al participar en la muerte y resurrección de Cristo, indicando su meta: que yo pueda «conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos» (Flp 3, 10-11). El Bautismo, por tanto, no es un rito del pasado sino el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo.
Un nexo particular vincula al Bautismo con la Cuaresma como momento favorable para experimentar la Gracia que salva. Los Padres del Concilio Vaticano II exhortaron a todos los Pastores de la Iglesia a utilizar «con mayor abundancia los elementos bautismales propios de la liturgia cuaresmal» (Sacrosanctum Concilium, 109). En efecto, desde siempre, la Iglesia asocia la Vigilia Pascual a la celebración del Bautismo: en este Sacramento se realiza el gran misterio por el cual el hombre muere al pecado, participa de la vida nueva en Jesucristo Resucitado y recibe el mismo espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf. Rm 8, 11). Este don gratuito debe ser reavivado en cada uno de nosotros y la Cuaresma nos ofrece un recorrido análogo al catecumenado, que para los cristianos de la Iglesia antigua, así como para los catecúmenos de hoy, es una escuela insustituible de fe y de vida cristiana: viven realmente el Bautismo como un acto decisivo para toda su existencia.
2. Para emprender seriamente el camino hacia la Pascua y prepararnos a celebrar la Resurrección del Señor —la fiesta más gozosa y solemne de todo el Año litúrgico—, ¿qué puede haber de más adecuado que dejarnos guiar por la Palabra de Dios? Por esto la Iglesia, en los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma, nos guía a un encuentro especialmente intenso con el Señor, haciéndonos recorrer las etapas del camino de la iniciación cristiana: para los catecúmenos, en la perspectiva de recibir el Sacramento del renacimiento, y para quien está bautizado, con vistas a nuevos y decisivos pasos en el seguimiento de Cristo y en la entrega más plena a él.
El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la Gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida (cf. Ordo Initiationis Christianae Adultorum, n. 25). Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con él, una lucha «contra los Dominadores de este mundo tenebroso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.
El Evangelio de la Transfiguración del Señor pone delante de nuestros ojos la gloria de Cristo, que anticipa la resurrección y que anuncia la divinización del hombre. La comunidad cristiana toma conciencia de que es llevada, como los Apóstoles Pedro, Santiago y Juan «aparte, a un monte alto» (Mt 17, 1), para acoger nuevamente en Cristo, como hijos en el Hijo, el don de la gracia de Dios: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle» (v. 5). Es la invitación a alejarse del ruido de la vida diaria para sumergirse en la presencia de Dios: él quiere transmitirnos, cada día, una palabra que penetra en las profundidades de nuestro espíritu, donde discierne el bien y el mal (cf. Hb 4, 12) y fortalece la voluntad de seguir al Señor.
La petición de Jesús a la samaritana: «Dame de beber» (Jn 4, 7), que se lee en la liturgia del tercer domingo, expresa la pasión de Dios por todo hombre y quiere suscitar en nuestro corazón el deseo del don del «agua que brota para vida eterna» (v. 14): es el don del Espíritu Santo, que hace de los cristianos «adoradores verdaderos» capaces de orar al Padre «en espíritu y en verdad» (v. 23). ¡Sólo esta agua puede apagar nuestra sed de bien, de verdad y de belleza! Sólo esta agua, que nos da el Hijo, irriga los desiertos del alma inquieta e insatisfecha, «hasta que descanse en Dios», según las célebres palabras de san Agustín.
El domingo del ciego de nacimiento presenta a Cristo como luz del mundo. El Evangelio nos interpela a cada uno de nosotros: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?». «Creo, Señor» (Jn 9, 35.38), afirma con alegría el ciego de nacimiento, dando voz a todo creyente. El milagro de la curación es el signo de que Cristo, junto con la vista, quiere abrir nuestra mirada interior, para que nuestra fe sea cada vez más profunda y podamos reconocer en él a nuestro único Salvador. Él ilumina todas las oscuridades de la vida y lleva al hombre a vivir como «hijo de la luz».
Cuando, en el quinto domingo, se proclama la resurrección de Lázaro, nos encontramos frente al misterio último de nuestra existencia: «Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?» (Jn 11, 25-26). Para la comunidad cristiana es el momento de volver a poner con sinceridad, junto con Marta, toda la esperanza en Jesús de Nazaret: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo» (v. 27). La comunión con Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir sin fin en él. La fe en la resurrección de los muertos y la esperanza en la vida eterna abren nuestra mirada al sentido último de nuestra existencia: Dios ha creado al hombre para la resurrección y para la vida, y esta verdad da la dimensión auténtica y definitiva a la historia de los hombres, a su existencia personal y a su vida social, a la cultura, a la política, a la economía. Privado de la luz de la fe todo el universo acaba encerrado dentro de un sepulcro sin futuro, sin esperanza.
El recorrido cuaresmal encuentra su cumplimiento en el Triduo Pascual, en particular en la Gran Vigilia de la Noche Santa: al renovar las promesas bautismales, reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos «del agua y del Espíritu Santo», y confirmamos de nuevo nuestro firme compromiso de corresponder a la acción de la Gracia para ser sus discípulos.
3. Nuestro sumergirnos en la muerte y resurrección de Cristo mediante el sacramento del Bautismo, nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón del peso de las cosas materiales, de un vínculo egoísta con la «tierra», que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al prójimo. En Cristo, Dios se ha revelado como Amor (cf. 1 Jn 4, 7-10). La Cruz de Cristo, la «palabra de la Cruz» manifiesta el poder salvífico de Dios (cf. 1 Co 1, 18), que se da para levantar al hombre y traerle la salvación: amor en su forma más radical (cf. Enc. Deus caritas est, 12). Mediante las prácticas tradicionales del ayuno, la limosna y la oración, expresiones del compromiso de conversión, la Cuaresma educa a vivir de modo cada vez más radical el amor de Cristo. El ayuno, que puede tener distintas motivaciones, adquiere para el cristiano un significado profundamente religioso: haciendo más pobre nuestra mesa aprendemos a superar el egoísmo para vivir en la lógica del don y del amor; soportando la privación de alguna cosa —y no sólo de lo superfluo— aprendemos a apartar la mirada de nuestro «yo», para descubrir a Alguien a nuestro lado y reconocer a Dios en los rostros de tantos de nuestros hermanos. Para el cristiano el ayuno no tiene nada de intimista, sino que abre mayormente a Dios y a las necesidades de los hombres, y hace que el amor a Dios sea también amor al prójimo (cf. Mc 12, 31).
En nuestro camino también nos encontramos ante la tentación del tener, de la avidez de dinero, que insidia el primado de Dios en nuestra vida. El afán de poseer provoca violencia, prevaricación y muerte; por esto la Iglesia, especialmente en el tiempo cuaresmal, recuerda la práctica de la limosna, es decir, la capacidad de compartir. La idolatría de los bienes, en cambio, no sólo aleja del otro, sino que despoja al hombre, lo hace infeliz, lo engaña, lo defrauda sin realizar lo que promete, porque sitúa las cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de la vida. ¿Cómo comprender la bondad paterna de Dios si el corazón está lleno de uno mismo y de los propios proyectos, con los cuales nos hacemos ilusiones de que podemos asegurar el futuro? La tentación es pensar, como el rico de la parábola: «Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años... Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma”» (Lc 12, 19-20). La práctica de la limosna nos recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás, para redescubrir a nuestro Padre bueno y recibir su misericordia.
En todo el período cuaresmal, la Iglesia nos ofrece con particular abundancia la Palabra de Dios. Meditándola e interiorizándola para vivirla diariamente, aprendemos una forma preciosa e insustituible de oración, porque la escucha atenta de Dios, que sigue hablando a nuestro corazón, alimenta el camino de fe que iniciamos en el día del Bautismo. La oración nos permite también adquirir una nueva concepción del tiempo: de hecho, sin la perspectiva de la eternidad y de la trascendencia, simplemente marca nuestros pasos hacia un horizonte que no tiene futuro. En la oración encontramos, en cambio, tiempo para Dios, para conocer que «sus palabras no pasarán» (cf. Mc 13, 31), para entrar en la íntima comunión con él que «nadie podrá quitarnos» (cf. Jn 16, 22) y que nos abre a la esperanza que no falla, a la vida eterna.
En síntesis, el itinerario cuaresmal, en el cual se nos invita a contemplar el Misterio de la cruz, es «hacerme semejante a él en su muerte» (Flp 3, 10), para llevar a cabo una conversión profunda de nuestra vida: dejarnos transformar por la acción del Espíritu Santo, como san Pablo en el camino de Damasco; orientar con decisión nuestra existencia según la voluntad de Dios; liberarnos de nuestro egoísmo, superando el instinto de dominio sobre los demás y abriéndonos a la caridad de Cristo. El período cuaresmal es el momento favorable para reconocer nuestra debilidad, acoger, con una sincera revisión de vida, la Gracia renovadora del Sacramento de la Penitencia y caminar con decisión hacia Cristo.
Queridos hermanos y hermanas, mediante el encuentro personal con nuestro Redentor y mediante el ayuno, la limosna y la oración, el camino de conversión hacia la Pascua nos lleva a redescubrir nuestro Bautismo. Renovemos en esta Cuaresma la acogida de la Gracia que Dios nos dio en ese momento, para que ilumine y guíe todas nuestras acciones. Lo que el Sacramento significa y realiza estamos llamados a vivirlo cada día siguiendo a Cristo de modo cada vez más generoso y auténtico. Encomendamos nuestro itinerario a la Virgen María, que engendró al Verbo de Dios en la fe y en la carne, para sumergirnos como ella en la muerte y resurrección de su Hijo Jesús y obtener la vida eterna.
Vaticano, 4 de noviembre de 2010
BENEDICTUS PP. XVI
!!FELICIDADES!!
El 8 de marzo es un día para rememorar el pasado y ser agradecidos y agradecidas; para observar el presente y hacernos eco de la realidad; y también para mirar al futuro y lanzarnos valientemente hacia él.
8 de marzo de 1911: el pasado que construyó el presente Fue en 1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al trabajo y la no discriminación laboral.
La elección del 8 de marzo tuvo su origen en los hechos sucedidos en la misma fecha del año 1908. 146 mujeres, trabajadoras de la fábrica textil Cotton, de Nueva York, murieron calcinadas en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron como respuesta ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
Con aquel primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que cumple 100 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Nuestra admiración, por tanto, hacia las mujeres que han luchado por defender su dignidad de mujeres y de trabajadoras, y que han conseguido la conquista de fundamentales derechos sociales, económicos y políticos.
8 de marzo de 2011: una acentuación de las desigualdades sociales
Nuestras sociedades occidentales han conseguido grandes avances y el lugar de la mujer en la sociedad ha mejorado notablemente, pero no así en el conjunto del planeta, donde las mujeres representan el 70 % de la población mundial en situación de pobreza; donde una mujer muere cada minuto en algún lugar del mundo a consecuencia de las complicaciones de su embarazo o de su parto; donde existen profundas desigualdades en el reparto de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos; y donde las mujeres, si pueden acceder al trabajo, lo hacen en las categorías inferiores de las escalas laborales y con peor retribución que los hombres.
La injusticia y la discriminación contra la mujer persiste, y su peor cara se manifiesta en la violencia. Hasta el 70% de las mujeres en el mundo sufren la violencia en sus vidas. En nuestro país, el año 2010 murieron 88 mujeres asesinadas a manos de su pareja o expareja.
El acceso a derechos como un salario digno, una vivienda, un empleo, educación, salud, etc., ya estaban hipotecados antes de la crisis. Pero ésta ha agravado notoriamente esta situación, especialmente en mujeres, jóvenes, inmigrantes y paradas de larga duración.
La recién aprobada reforma de las pensiones afectará negativamente a toda la clase trabajadora, pero tendrá un impacto especial en las mujeres, que son las perceptoras de las pensiones más bajas, y que, con esta reforma, verán reducidas sus pensiones al ampliarse los períodos de referencia.
Mujeres que pueden llegar a ver perder, incluso, su pensión de jubilación, al estar muchas de ellas sometidas a una larga vida laboral de precariedad y temporalidad, contratos a tiempo parcial y largas interrupciones en su carrera laboral como consecuencia de la dedicación al cuidado de la familia.
En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la JOC y la HOAC, movimientos especializados de Acción Católica en el mundo obrero, nos comprometemos en nuestra tarea a un esfuerzo pastoral, en consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia, para trabajar por el sueño de la igualdad de derechos, igualdad de oportunidades y progreso para todos y todas: “hoy más que nunca, la Iglesia es consciente de que su mensaje social se hará creíble por el testimonio de las obras, antes que por su coherencia y lógica interna” (Juan Pablo II en la encíclica Centesimus annus).
Invitamos también al conjunto de la sociedad a no permanecer impasible ante las situaciones de deshumanización y empobrecimiento de tantas mujeres. Este día es una llamada al compromiso y a la denuncia profética, a la reflexión y a la acción, sabedores y sabedoras de nuestra capacidad para organizar la vida social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y mujer.
Juventud Obrera Cristiana (JOC)
Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)
Los docentes de religión de la ciudad autónoma de Melilla, después de 7 años sin cursos específicos para el área de religión, han tenido la oportunidad de profundizar en las competencias básicas.
El curso denominado ‘Programación por CCBB en el área de Religión’, organizado por el Centro de Profesores y Recursos (CPR) de Melilla, ha finalizado esta noche para todos los docentes interesados en profundizar en las Competencias Básicas.
El curso, de 30 horas lectivas, se ha impartido por la tarde en el CPR desde el pasado 28 de febrero hasta hoy, 4 de marzo, en horario de tarde desde las 16:00 hasta las 21:00 horas.
Los 28 profesores participantes en esta formación han profundizado en los conocimientos sobre el cambio que supone educar por competencias, reflexionar sobre la implicación de las CCBB en el área de religión, comprender el papel del docente de esta materia en la enseñanza por competencias, realizar la programación del área y algunas aplicaciones didácticas incorporando metodologías orientadas a la consecución de CCBB y diseñar actividades enfocadas a la consecución de CCBB desde el área de religión.
Los asistentes han podido conocer algunos aspectos como el análisis y definición de competencia, compartir el significado de competencia y de CCBB, además de incidir en la programación curricular de las competencias en el área de religión.
Las orientaciones metodológicas y el diseño o adaptación de las tareas para el aula en el área, también han sido materia de estudio por los docentes que han asistido a esta actividad, añadiendo el diseño o adaptación de tareas para el aula en el área de Religión.
Desde aquí agradecer la acogida recibida por lo compañeros y compañeras en Melilla, haciéndome sentir "como en casa". Además de su buen trabajo...
Así también agradecer a Pablo ,asesor del CPR, por su hospitalidad, amabilidad y muy buen trato recibido durante el desarrollo del mismo. Así como por apostar por la formación para el colectivo de religión, que no ha sido fácil sacar adelante.
Gracias y hasta la próxima, si Dios quiere...