Cincuenta docentes renuevan su vocación y compromiso con la educación en valores en una experiencia espiritual y formativa única
Cincuenta profesores de Religión procedentes de España y América Latina han participado en una peregrinación a Roma, organizada por la Fundación Edelvives dentro de su proyecto Encaminó. Esta iniciativa se enmarca en el Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco para 2025 y ha ofrecido a los docentes cinco días de intensa experiencia espiritual y formativa en la Ciudad Eterna. Los participantes han explorado lugares emblemáticos de la cristiandad como la Basílica de San Pedro, la tumba del apóstol Pablo y las catacumbas, además de sumergirse en la riqueza histórica de la Roma Imperial y Barroca.
Estos días han sido un espacio de profundo encuentro y reflexión. La Eucaristía inaugural fue presidida por Mons. Roberth Hernández y el Pbro. Benjamín Aguirre, ambos destacados miembros del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano. En su homilía, ambos animaron a los docentes a ser «sembradores de esperanza en el aula y en el mundo», enfatizando que «la educación es siempre una forma de Evangelio en movimiento». Esta experiencia ha sido cuidadosamente diseñada para ser una peregrinación interior, un tiempo de renovación espiritual, formación y reflexión personal, con el firme propósito de fortalecer la misión evangelizadora de los profesores de Religión. Durante el resto de las celebraciones, el Pbro. Francisco Cañestero, sacerdote de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles en Madrid, brindó un constante apoyo espiritual a los participantes.
La peregrinación ha servido para reforzar el compromiso de los docentes con la fundamental misión del profesor de religión. Se ha reafirmado la convicción de que la asignatura de Religión aporta conocimiento, sabiduría, sentido y pensamiento crítico, elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo integral de los alumnos. Esta enriquecedora experiencia ha permitido a los profesores reflexionar sobre su vocación y compromiso con la educación, revitalizando su entusiasmo por su labor. Se ha destacado la vital importancia de los vínculos en la educación, entendiendo que las conexiones entre docentes, alumnos y la comunidad educativa son el cimiento para un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor. Cuando los docentes se sienten apoyados y acompañados, pueden transmitir esa seguridad y confianza a sus alumnos, facilitando su desarrollo integral. Como expresó uno de los participantes, «peregrinar a Roma es dejarse tocar por las huellas de los santos, por la memoria viva de la Iglesia, y volver a casa con el corazón ensanchado y el espíritu encendido». Esta vivencia ha permitido a los docentes renovar su fervor y reafirmar la importancia de la educación en valores para formar personas íntegras y comprometidas con la sociedad.
Fuente: revistaecclesia.es
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