San Francisco y el lobo de Gubbio . Cómo San Francisco amansó, por virtud divina, un lobo ferocísimo
- Francisco de Asís:
Mi madre siempre se enternecía cuando escuchaba hablar de San Francisco, ese hombre santo que lo dejó todo por Jesús, y a la vez lo obtuvo todo. El dulce Francisco, el loco, el caballero de Cristo, el monje ermitaño, el que ha
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