Retraso mental y problemas en el aprendizaje
La historia del retraso mental es larga. Los griegos, en el año 1552 antes de Cristo, y los romanos, en el 449 antes de Cristo, fueron los primeros en reconocer oficialmente a las personas con retardo mental. Ya en la Biblia se encuentran pasajes que hacen referencia a individuos que son lentos para aprender.
Definiciones de retraso mental
La definición de qué es un retraso mental ha tenido durante muchos años debates y discusiones que han dado lugar a diferentes conceptos. Pero en esencia, según se muestra en el libro Por la vida de un colectivo de médicos e investigadores cubanos, se pueden clasificar en cuatro tipos fundamentales:
- Retraso mental ligero: cuando se poseen potencialidades para terminar el nivel secundario en escuelas de educación especial. Estas personas son susceptibles de formación laboral y pueden integrarse a la sociedad.
- Retraso mental moderado: cuando se poseen potencialidades para terminar el nivel primario de educación en escuelas especiales. Estas personas son susceptibles de formación laboral y pueden integrarse social y laboralmente con ayuda.
- Retraso mental severo: cuando se poseen potencialidades para el logro de habilidades adaptativas funcionales. Estas personas son susceptibles de aprendizaje de técnicas laborales elementales y pueden integrarse laboralmente con ayuda en un medio protegido.
- Retraso mental profundo: cuando se poseen potencialidades de comunicación verbal o extraverbal elementales. Estas personas son dependientes en la actividad de la vida diaria y sus posibilidades de desarrollo están directamente relacionadas con las oportunidades que se le ofrezcan, tanto en la familia como en la comunidad.
Adaptación al medio
Para desarrollar las potencialidades en cualquiera de los niveles anteriormente descritos, se necesitan fuertes convicciones humanistas, una red educativa organizada para estos fines e instituciones que apoyen los planes al efecto para que todos los discapacitados tengan oportunidades de integrarse a la sociedad.
No necesariamente es una enfermedad
Muchas personas se cuestionan si el retraso mental puede ser o no considerado como una enfermedad. Según la doctora Mayra Mena, especialista de la Clínica del Adolescente, si el retraso mental existe en un individuo con un buen ajuste biopsicosocial y que ha alcanzado la suficiente independencia y autovalidismo, que le permitan una adaptación social adecuada, e incluso, una integración laboral satisfactoria, se considera que esa discapacidad no es una enfermedad
Posibles causas de retraso mental
El retraso mental forma parte de numerosos síndromes congénitos, genéticos o no: síndrome cerebral congénito crónico, síndrome Down, síndrome Frágil X, etc. También pueden ocurrir trastornos después del nacimiento, que generan discapacidad infantil, por ejemplo: kerníctero (impregnación de bilirrubina por los núcleos de la base del cerebro), accidentes, secuelas de infección del sistema nervioso central, etc., siempre que tales eventos ocurran antes de los 18 años. En estos casos, el retraso mental es un síntoma más que, junto a los otros, conforman el síndrome.
Medidas para evitar el retraso mental
El psicólogo Brückner, en su libro Del óvulo a los primeros pasos, muestra en forma clara aspectos relacionados con el embarazo, el parto y el primer año de vida del niño. Explica el valor de la lactancia materna y de la estimulación temprana. Los autores Papalia y Wendkos, en su best seller "Desarrollo humano" tratan aspectos múltiples, relacionados con el desarrollo normal y patológico. En esto libros, así como en la obra Por la vida, se encuentran una serie de medidas que son efectivas, no solo para evitar el retraso mental, sino también otros trastornos que afectan el aprendizaje, y la salud en general:
- Seguir los consejos genéticos siempre que haya sospechas de un compromiso de esta esfera
- Cumplir los controles prenatales con regularidad
- Evitar las enfermedades infecciosas en la madre embarazada (rubéola, toxoplasmosis, enfermedades venéreas, etc.)
- Eliminar totalmente el consumo de drogas, cigarro y alcohol
- Tener una alimentación balanceada. No se trata de comer por dos, sino de ingerir los alimentos necesarios en calidad y cantidad
- Cumplir con el esquema de vacunación en madre y bebé
- No tomar medicamentos durante el embarazo, sin la debida autorización médica
- Tener un parto institucional, no casero
- Ingresar en el hospital antes del parto, cuando las circunstancias así lo requieran
- Darle la atención debida a los cuidados y las observaciones prenatales y perinatales
- Darle al bebé lactancia materna
- Evitar el estrés: es imposible medir el efecto de las tensiones emocionales en el feto, pero se conoce que influyen negativamente
- Estimular sensorialmente al niño: el amor, la palabra, el contacto piel con piel, el movimiento, etc., evitan la deprivación, el retraso mental y los trastornos y dificultades en el aprendizaje
- Recibir el diagnóstico temprano del retraso mental es fundamental porque contribuye al tratamiento precoz e integral del problema
A través de los años, se ha estudiado bastante el fenómeno y las causas que provocan el retraso mental. Pero aún se desconocen algunos factores, por lo cual es un capítulo abierto que requiere de nuevas investigaciones que permitan establecer amplios programas de prevención.
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