Honran a personas con necesidades especiales

 

Honran a personas con necesidades especiales

 

Honran a personas con necesidades especiales 

ANDREA ACOSTA
El Pregonero

La Arquidiócesis de Washington ofreció la primera Misa Blanca, en honor a los discapacitados, el domingo pasado en la catedral de San Mateo Apóstol. La ocasión se prestó para renovar el respeto por toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.

El cardenal-designado Donald W. Wuerl dijo: “Ésta es una celebración especial en que celebramos el regalo de las personas con necesidades especiales”. En una catedral colmada de fieles destacó durante su homilía: “La vida es un regalo del Señor y cada persona representa la manifestación única de la gloria de Dios”.

Participaron en el servicio religioso personas con necesidades especiales, desde niños ciegos hasta adultos en sillas de ruedas. Algunos no estaban en condiciones de salud como para comprender el servicio religioso, pero su presencia bastó para hacer de esta primera misa blanca una ceremonia cargada de espiritualidad. Les acompañaron sus familiares, sacerdotes, trabajadores de cuidado pastoral, empleados de organizaciones sin fines de lucro y encargados de ministerios, líderes empresariales y gubernamentales.

A la tradición anual ya establecida de la Misa Roja (en honor a jueces, abogados, profesores y estudiantes de leyes y funcionarios del gobierno), la Misa Azul (en honor a militares, policías, bomberos y agentes de seguridad pública) y la Misa Rosa (en honor a los médicos, otros profesionales y empleados del sector salud), se suma ahora la Misa Blanca (el color está conectado con el bautismo y la nueva vida) refirió el cardenal-designado.

Wuerl agregó que los discapacitados ‘están invitados a participar en cada aspecto de nuestra Iglesia’. La arquidiócesis ha servido a personas minusválidas por más de treinta años. El departamento arquidiocesano de los ministerios para necesidades especiales, que auspició la misa, ofrece varios programas a la comunidad como apoyo a madres que reciben un diagnóstico prenatal de una discapacidad, catequesis para estudiantes discapacitados y experiencias de fe para católicos sordos.

En el área de Washington/Baltimore hay un número sin precedentes de personas sordas, que viven, trabajan y acuden a servicios religiosos. En las dos diócesis hay 37 parroquias que regularmente ofrecen servicio de intérpretes en lenguaje de signos.

En la Universidad Gallaudet de Washington se ofrece un servicio religioso para personas católicas sordas.

La arquidiócesis ofrece reuniones en español para padres con hijos discapacitados en el Centro McCarrick de Wheaton y en la parroquia St. James de Mt. Rainier, ambas en Maryland. Quienes deseen sumarse a estas reuniones, pueden llamar al (301)853-4551/4567.

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