DISCAPACIDAD AUDITIVA. DEFINICION , SIGNOS DE ALARMA Y CLASIFICACION
1-DEFINION . QUE ES LA DISCAPACIDAD AUDITIVA
http://www.ujaen.es/serv/sae/discapacidad/disauditiva.htm
La discapacidad auditiva es un estado de limitación en la comunicación o el lenguaje como expresión lingüística y de pensamiento, debido a la interacción entre factores individuales (entre los que se encuentra la deficiencia auditiva) y los de un contexto menos accesible.
Se suele distinguir a las personas con discapacidad auditiva haciendo referencia a dos términos: hipoacusia parcial (con restos auditivos) y sordera total.
Recomendaciones.• Si tenemos necesidad de comunicarnos con una persona con discapacidad auditiva, se lo haremos saber avisándola con alguna señal, gesto o tocándolo, evitando la sorpresa o susto.
• La persona con discapacidad auditiva necesita ver la cara para poder leer nuestros labios, por tanto no le hablaremos nunca sin que nos pueda mirar. Además, procuraremos que nuestra cara este bien iluminada. Es importante no interferir la lectura labial manteniendo en los labios un cigarrillo, un bolígrafo, una pipa, o mascar chicle, etc. No pondremos las manos delante de la boca. También las barbas y bigotes demasiado largos pueden suponer un obstáculo para una buena lectura labial.
• Hablaremos despacio y vocalizando bien. No hace falta elevar el volumen de la voz, ni vocalizar de forma exagerada.
• Le indicaremos sobre qué le vamos a hablar, situándole previamente en el contexto.
• Si es necesario, ayudaremos a la comunicación mediante algún gesto, dibujos o con la palabra escrita.
• Tendremos en cuenta que el audífono ayuda, pero una persona sorda con audífono no escucha igual que una oyente, por tanto, la persona que lo lleva se seguirá apoyando en la lectura labial para comprendernos.
• Construiremos siempre frases cortas, correctas y simples.
• Verifique que se ha comprendido lo que tratamos de comunicar, pudiendo repetir o escribir, en caso de dificultad, lo que se quiere decir.
De 0 a 3 meses
- No reacciona a los ruidos ni a la voz.
- No emite sonidos guturales ni hace vocalizaciones prolongadas para llamar la atención.
De 3 a 6 meses
- No gira la cabeza hacia el sonido.
- No responde a la voz, ni balbucea.
De 6 a 9 meses
- No vocaliza cuando juega ni tampoco para llamar la atención.
- No emite sílabas.
- No atiende a su nombre.
- No responde con gestos cuando se le dice "adiós".
De 9 a 12 meses
- No comprende la prohibición.
- No responde a "dame" si no se le indica el gesto.
- No dice ni reconoce cuando se le nombran a "papá" y "mamá".
De 12 a 18 meses
- No señala ni nombra objetos ni personas de la familia.
- No entiende órdenes sencillas.
- No responde de diferente forma a distintos sonidos.
De 18 a 24 meses
- No entiende una orden sencilla.
- No dice frases de dos palabras.
- No sabe su nombre.
- No identifica las partes de su cuerpo.
A los 3 años
- No contesta a preguntas sencillas.
- No repite frases.
- No se le entiende lo que dice.
A los 4 años
- No puede mantener una conversación sencilla.
- Es un niño con una atención dispersa que se retrasa en sus aprendizajes escolares.
En general, si es un niño que tiene poco lenguaje o evoluciona lentamente para su edad. También si tiene frecuentes catarros u otitis, será conveniente consultar con su médico.
En primer lugar, consideramos la necesidad de hacer una distinción entre el término sordo e hipoacúsico. Se denomina terminológicamente como sordo a aquella "persona cuya audición residual imposibilita la comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis auditivas". Y se establece el término hipoacúsico para "aquellas personas cuya audición residual hace difícil pero no imposible, la comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis auditivas, teniendo formación básica del lenguaje interior".
Si bien hay que dejar claro que el término debe utilizarse más bien para los casos en que la lesión auditiva es grave o total, la pérdida de audición (hipoacusia) puede clasificarse atendiendo a tres criterios:
1) Momento de adquisición |
2) Localización topográfica |
3) Grado de intensidad |
1) Momento de adquisición
- Prelocutiva
Se denomina sordera prelocutiva a aquella que ha sido adquirida antes de los tres años de edad, aunque en muchas ocasiones sería más correcto hacer esta clasificación atendiendo al nivel de desarrollo lingüístico alcanzado.
- Postlocutiva
Esta denominación se utiliza para designar aquellas sorderas que se adquieren entre los tres y los cuatro años, o más concretamente, cuando ya se haya desarrollado el lenguaje.
2) Localización topográfica
- Sordera de transmisión
La alteración de la transmisión del sonido se produce a través del oído externo y medio.
- Sordera neurosensorial
Cuando existen lesiones en el oído interno o en la vía auditiva nerviosa.
- Sordera mixta
Cuando existe al mismo tiempo una sordera de transmisión y neurosensorial.
3) Grado de intensidad
- Normoaudición
El umbral de audición tonal no sobrepasa los 20 dB en la gama de frecuencias conversacionales. Ésta es la intensidad que percibe un oído que no sufre ningún tipo de pérdida auditiva.
- Hipoacusia leve
Este tipo de pérdida puede hacer más difícil la comunicación, especialmente en ambientes ruidosos, pero no impiden un desarrollo lingüístico normal, es decir, no produce alteraciones significativas en la adquisición y desarrollo del lenguaje. El grado de pérdida se encuentra entre los umbrales de 20 y 40 dB.
- Hipoacusia media
La pérdida auditiva se sitúa entre 40 y 70 dB. El niño tendrá problemas para la adquisición del lenguaje, por lo que es necesaria la adaptación de una prótesis, así como la intervención logopédica. Pero ha de tenerse en cuenta que, por norma general, podrán adquirir el lenguaje por vía auditiva.
- Hipoacusia severa
La pérdida auditiva se sitúa entre 70 y 90 dB. Esta pérdida supones importantes problemas para la comunicación hablada y para la adquisición del lenguaje oral. La voz no se oye, a no ser que ésta sea emitida a intensidades muy elevadas. Las personas con este grado de sordera necesitan el apoyo de la lectura labial, y para ellas, es imprescindible el uso de audífono y el apoyo logopédico para el desarrollo del lenguaje.
- Hipoacusia profunda
- La pérdida auditiva supera los 90 dB. Esta pérdida provoca alteraciones importantes en el desarrollo global del niño; afecta a las funciones de alerta y orientación, a la estructuración espacio-temporal y al desarrollo intelectual y del niño. Será imprescindible el uso de audífonos o implante coclear, una enseñanza intencional y sistemática del lenguaje.
- Cofosis
La cofosis supone la pérdida total de la audición. Supone la ausencia de restos auditivos se sitúa por encima de los 120 dB, aunque en muchas ocasiones una pérdida superior a los 100 dB. Implica una auténtica cofosis funcional. Sin embargo, la pérdida total de audición es poco frecuente.
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