"...Un tal Jesús, hombre excepcional si es permitido llamarle hombre, porque llevaba a cabo obras prodigiosas".
Debe ser, que aún todavía les produce un cierto temor y sus seguidores seguimos siendo considerados como escribía Plinio el Joven, Epístola 1,10, 96,
"...en el día señalado, antes de salir el sol, entonan un cántico a Cristo como a Dios; en que se obligan mutuamente y con juramento a no cometer hurtos, latrocinios, ni adulterios, a no faltar a la palabra dada ni a negar el depósito recibido".
Seguiremos con nuestros cánticos, belenes y procesiones, aunque tengamos que bajar a las catacumbas y quién sabe, si tendremos que recuperar el símbolo del pez, acróstico, que recogía los títulos cristológicos "ICTIS".
Usado en tiempos de las primitivas comunidades cristianas, para señalar en las jambas de sus puertas, sus ágapes clandestinos, sin despertar las sospechas del tolerante y respetuoso gobierno romano.
La "Buena Nueva" azota la conciencia y no hace posible el autoengaño, por eso muchas emisoras cierran sus canales para impedir que la noticia se propague por las ondas radiofónicas.
Vientos y tempestades difíciles soplan ahora para la Iglesia, la historia así lo confirma, pero seguiremos pidiendo al Señor que no nos falten las fuerzas y el ánimo para seguir trabajando...Y cumplir aquello de "Por sus frutos los conocereis".
Citas del texto "Kairós" Ed. Magisterio Cassals.
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